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El agua potable ha vuelto a los grifos de los municipios alicantinos de Benitatxell y Teulada, que durante más de un mes han tenido que repartir agua embotellada a causa de las restricciones por la sequía. Según informan fuentes municipales de Benitatxell, la dirección general de Salud Pública les ha comunicado que los últimos análisis realizados han revelado la disminución de la salinidad de los acuíferos que utiliza el Consorcio de Aguas Teulada-El Poble Nou de Benitatxell y, por tanto, se confirma la aptitud del agua distribuida. Se acaba, de esta forma, el reparto de garrafas al que se vieron obligados ambos municipios desde principios del mes de agosto.La ausencia de precipitaciones aumentó los niveles de salinidad de la red de agua potable que surte a ambas localidades del litoral norte de Alicante y obligó a declarar no apto el suministro convencional. Primero le tocó el turno a Teulada (12.515 habitantes), el 2 de agosto. Su equipo de gobierno municipal, encabezado por Raül Llobell (PP), desechó inicialmente el reparto entre los ciudadanos de agua en garrafas, aunque finalmente accedió a tomar esta medida. Una semana después, el día 9, Benitatxell (4.858 habitantes) recibió la notificación de Salud Pública por la que se declaraba el agua no apta para el consumo. En su caso, el alcalde, Miguel Ángel García, de Més Benitatxell, activó inmediatamente el protocolo de emergencia para la compra de agua embotellada. El Consorcio delegó las competencias en los consistorios y se dotó un presupuesto para la compra de garrafas.A lo largo de estas cinco semanas de restricciones, el primer martes tras el anuncio y, posteriormente, cada viernes, Benitatxell ha repartido 12.600 envases que suman 82.000 litros de agua, con un gasto total de 9.400 euros, según los cálculos municipales. Cada vecino empadronado o abonado a la red de consumo de agua recibía dos garrafas de 6,5 litros cada una. Los bares y restaurantes percibían 10 recipientes semanales. Las personas mayores o con movilidad reducida podían solicitar el servicio a domicilio y, además, se habilitaron dos puntos de autoabastecimiento.Los municipios afectados ya han solicitado a la Generalitat Valenciana y la Diputación de Alicante la ejecución de las medidas necesarias para evitar que se repitan las restricciones de suministro. En primer lugar, urgen la puesta en marcha de la tubería de conexión entre Xàbia y el Consorcio de Aguas a través del Camí Vell de Teulada. Este proyecto fue redactado por Proaguas en 2021 y aprobado por el Consorcio de Aguas de la Marina Alta el pasado mes de marzo. Sin embargo, señala el ayuntamiento poblero, “carece de la financiación necesaria” para su construcción. A juicio de García, esta obra podría “conectar el suministro con otras poblaciones del interior de la Marina Alta”.Por su parte, el consorcio de aguas que da servicio a ambas poblaciones va a invertir más de cuatro millones, según las mismas fuentes, en la mejora de recursos hídricos. Esta partida servirá para la construcción de la nueva desoladora de Castellons, a la que se conectará el pozo Canor Bessó tras su activación.Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.SIGUE LEYENDO

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