Al menos siete veces tuvo que repetir lo mismo. Checo Pérez sabía que le falló al público mexicano. Cuando salió de su garaje tenía una cara de desolación antes de comentar ante los medios lo que le había ocurrido durante la clasificación en el Gran Premio de México. Atendió a las distintas televisoras, habló en español e inglés, pero todo se resumía en una gran resignación. No había nada por hacer tras clasificarse en el lugar 18 de los 20 coches en parrilla. Registra así la peor clasificación en la carrera en casa desde 2015.“Una pena. Me cuesta mucho frenar el auto, no lo puedo frenar. Es el problema que he tenido en las últimas tres carreras: no puedo frenar para la curva lenta. Cada que intento atacar las frenadas, no tengo ese agarre”, contó este sábado. “Sabemos el problema que tenemos, pero no tenemos una solución rápida”, ahondó. “Luce súper complicado, arrancado en casi último lugar, va a ser una carrera donde vamos a tener que luchar de principio a fin porque poder hacer algo desde ahí es complicado”, contó el mexicano a Fox Sports. Pérez buscaba ver el Gran Premio en casa como un bálsamo, pero la edición de este año le ha dejado con uno de sus peores registros. El mexicano es octavo en el Mundial de pilotos, pero el domingo se vislumbra como un día en el que sumar puntos será una tarea titánica. La pole se la llevó el español Carlos Sainz, seguido de Max Verstappen y Lando Norris. La comparación de tiempos entre Sainz y Pérez es brutal por vuelta: 1:15,9 y 1:17,6, respectivamente. Esos dos segundos, en el mundo de la Fórmula 1, son una diferencia abismal.“¡Pinche Checo, otra vez!”, se escuchaba entre el barullo de los periodistas. El año pasado, Pérez se arriesgó de más en la primera curva y terminó fuera de combate. Eso supuso un bajón anímico en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Un año después, la sensación de congoja volvió a la pista. En Red Bull aumenta la presión sobre el futuro del mexicano que, pese a que tiene contrato hasta 2026, hay candidatos que se quieren subir al auto del mexicano, como los dos pilotos de RB: Yuki Tsunoda y Liam Lawson. Hace meses sonó que Daniel Ricciardo podía arrebatarle el sitio a Pérez, pero fue el australiano el que fue despedido en RB. Sin embargo, el ruido vuelve a planear sobre el mexicano.El coche de Checo Pérez en el Autódromo Hermanos Rodríguez, en Ciudad de México.Mario Guzmán (EFE)Entre los mexicanos añoran las temporadas de 2021 y 2022 cuando Checo Pérez se subió al podio. Se convirtió en el primero de su país en festejar en lo alto en la Fórmula 1, por encima de las leyendas de los hermanos Rodríguez. El primer podio en casa fue festejado por lo alto, como si él hubiese ganado la carrera, aunque en realidad fue Verstappen. Pero incluso el neerlandés le cedió cierto protagonismo para que se luciera ante los suyos. Esa vez, el padre del mexicano, Antonio Pérez, se robó todas las cámaras por sus festejos desbordados. En 2022 hubo felicidad, pero la gente pensó que se podía acostumbrar. Los años que le han seguido se han quedado sin festejos. El mejor panorama “sería sumar algunos puntos, minimizar el daño. Eso sería lo mejor. Es una carrera larga donde todo puede pasar. Lo daremos todo porque es el fin de semana en donde mejor lo quiero hacer y desafortunadamente no lo hemos podido lograr”, contó Pérez.
Checo Pérez, tras tropezar en México: “Es el fin de semana donde mejor lo quiero hacer y desafortunadamente no lo hemos podido lograr”
Tiempo de Lectura: 3 Minutos
What’s your Reaction?
0%
Love
0%
Smile
0%
Haha
0%
Sad
0%
Star
0%
Weary
Shares: