Para Pablo Baltazar, un oficial de la Policía de Lima, capital de Perú, su más reciente jornada de trabajo pudo ser el peor día de su vida: recibió un fuerte disparo y, además, fue asaltado por sus propios compañeros.
Cuando el policía Baltazar acudió a atender un llamado en el populoso barrio de San Borja, en el corazón de la capital peruana, no se imaginó que los hechos transcurrirían de una forma tan poco común.
El pasado 27 de noviembre, uno de los presuntos delincuentes se resistió al arresto accionando en repetidas ocasiones un arma de fuego. Uno de los disparos alcanzó al policía en el rostro.
De inmediato sus compañeros, Emerson “N” y Christopher “N”, levantaron a su compañero herido y lo trasladaron de emergencia para ser atendido en un nosocomio de la zona.
Sin celular ni dinero
Hasta el nosocomio se trasladaron los familiares de Baltazar para preguntar por el estado de salud de su pariente, quien en esos momentos ya había sido estabilizado por los galenos.
Sin embargo, al preguntarle a sus compañeros de trabajo por los objetos de valor que portaba Baltazar al momento de la agresión, los policías dijeron no saber acerca de ello.
De hecho, los paramédicos que trasladaron al policía herido refirieron que no tenía objetos de valor, pues llegó sin celular y con un solo billete de un dólar al interior de la cartera.
Molestos, los familiares decidieron levantar una denuncia, la cual cobró aún más fuerza cuando el director de Defensa Legal de la corporación, Máximo de la Cruz, se interesó por el tema.
Había cobrado un préstamo
Según los informes de sus familiares, el policía había cobrado recientemente un préstamo de 800 soles, alrededor de 4 mil 300 pesos, por lo que cargaba ese dinero al momento de ser herido.
De la Cruz señaló que, ante el anuncio del inicio de la investigación, el celular apareció de inmediato, pero falta el dinero, por lo que los culpables serán procesados judicialmente.
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