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Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) de Albacete investigan a un vecino de Murcia como presunto autor de un delito contra la protección de la fauna y la flora por la muerte por disparos de escopeta del quebrantahuesos Lopezosa, en Nerpio (Albacete). La especie está catalogada en peligro de extinción en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. La necropsia reveló que el animal tenía 32 proyectiles de plomo en su cuerpo, y que fue abatido con un disparo de escopeta, con munición para caza menor, realizado a corta distancia. El impacto ecológico es tremendo porque Lopezosa es uno de los tan solo 17 pollos que han nacido en libertad tras la reintroducción de la especie hace 18 años, en 2006. Además, es el quinto de una de las parejas que se formaron y el último que tuvieron. Se calcula que para sacar adelante este ejemplar, se han invertido en torno a 80.000 euros, indica el Seprona.“Se da la circunstancia de que el quebrantahuesos es un ave de gran tamaño, curioso y confiado, y resulta prácticamente imposible confundirlo con cualquier otra especie cinegética”, indica el cabo primero José Amado, portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete. Por este motivo, la investigación concluyó que “el disparo se produjo de forma consciente y voluntaria por parte de la persona que finalmente fue detenida”. El detenido podría enfrentarse a unas penas de prisión que varían de los seis meses a los dos años y multa de 8 a 24 meses de inhabilitación para el derecho a cazar durante dos años. De momento, las diligencias se encuentran en el Juzgado de Instrucción de Guardia de Hellín, que ha entendido las actuaciones.Los agentes tuvieron conocimiento de la muerte del ejemplar el 21 de febrero tras una comunicación de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de la Junta de Andalucía y de la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible de Albacete. Agentes medioambientales de Albacete localizaron el cadáver por la señal del GPS que portaba y lo trasladaron al Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de Albacete para proceder al análisis del cadáver. Gracias a la labor de los agentes medioambientales en esos primeros momentos, se pudieron recabar datos relevantes para la investigación, sobre todo de los movimientos del ave de los últimos días, indica el Seprona en un comunicado. A partir de ahí, se obtuvo información de las personas que pudieran haber estado desarrollando algún tipo de actividad en la zona por si tuvieran algún tipo de relación con lo sucedido.Desde el año 2017, se han producido con este último tres casos de muerte por disparo con arma de fuego de quebrantahuesos en Albacete. El primero se produjo ese mismo año en el término municipal de Yeste, dentro del Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima. Tras unas pesquisas que duraron ocho meses, se investigó a dos personas por la comisión de un delito contra la protección de la flora y la fauna. El espécimen, que contaba con un dispositivo GPS, se encontraba dentro de un programa de cría e introducción en el medio natural, habiendo nacido en cautividad y siendo liberado en 2015 en el Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.El segundo caso tuvo lugar en 2021, en la altiplanicie de la provincia de Albacete (Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima), junto al límite con la provincia de Jaén (Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas). Esta investigación duró dos años, y se investigó a tres personas por los mismos delitos.La Guardia Civil recuerda que ante el hallazgo de cualquier especie salvaje herida se debe avisar al 062 (Guardia Civil) e indicar el lugar o las coordenadas geográficas. No tocar al animal porque se le puede causar una lesión o puede atacar al intentar defenderse. Y, por último, esperar la llegada de los agentes del Seprona.

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