Muere de una rara enfermedad la diseñadora Mary McFadden, exeditora de Vogue

La historia de la moda se ha visto plagada por diseñadoras talentosas que abrieron el camino para lo que conocemos actualmente y hoy se encuentra de luto ya que se dio a conocer que la célebre diseñadora estadounidense y exeditora de la prestigiosa revista Vogue, Mary McFadden, murió a la edad de 85 años, dejando tras de sí un legado que ayudó a consolidar las pasarelas que conocemos hoy en día. Es así como la muerte de McFadden marca el final de una era en el mundo de la moda, donde fue ampliamente reconocida no solo por su talento creativo, sino también por su estilo personal distintivo y su contribución a la cultura neoyorquina y global; la noticia fue confirmada por su familia este sábado a través de diversos medios locales en Estados Unidos. De acuerdo con lo compartido por la familia, la diseñadora perdió la vida a causa de una displasia de mieloma, una rara enfermedad de la médula ósea. Y es que a pesar de que su apellido resulta poco conocido para las personas ajenas al mundo de la moda, McFadden se convirtió en un ícono cultural no solo por sus innovadores diseños, sino también por su inconfundible apariencia personal, pues durante muchos años llevó su rostro cubierto de un maquillaje blanco que resaltaba su piel, así como una característica melena corta y peinada de manera pulcra. ¿Quién era Mary McFadden, la famosa exeditora de Vogue que murió hoy? Mary McFadden comenzó a hacerse un nombre en el competitivo mundo de la moda neoyorquina durante la década de 1970; la diseñadora fundó su empresa, “Mary McFadden Inc.”, en 1976 y rápidamente ganó notoriedad por su enfoque único y vanguardista hacia el diseño. Sigue leyendo: Muere Chad McQueen, estrella de “Karate Kid”, a los 63 años Bailarina estrella de los videos de Beyoncé muere a los 29 años, ¿quién era Michaela DePrince? Uno de los elementos más distintivos de su trabajo fueron los vestidos plisados, una técnica que perfeccionó y que fue inspirada en las antiguas esculturas griegas y egipcias que admiraba. Estos vestidos, que describió como prendas que caían sobre el cuerpo femenino “como oro líquido”, marcaron el punto más alto de su carrera y es que los pliegues, siempre precisos y fluidos, dotaban a sus creaciones de un movimiento y una ligereza que las diferenciaban de otras prendas de la época. Pero lo que hacía aún más únicos sus diseños era el material que utilizaba: una tela sintética que patentó en 1975 y que bautizó como “Marii”. Esta tela era fabricada con un charmeuse sintético que provenía de Australia, y posteriormente era teñida en Japón, por lo que el proceso era innovador y le permitió a McFadden crear vestidos que no solo eran visualmente impactantes, sino también cómodos y duraderos; por ello, la invención de “Marii” representó uno de sus mayores logros, lo que la consolidó como una de las diseñadoras más importantes de su generación. Vogue, en su obituario reciente, señaló que su ropa no solo reflejaba su propio estilo, sino que era “una extensión de cómo existía en el mundo”.Fotografía: Instagram/@marymcfaddeninc De viajes y culturas para inspirarse a crear Otra de las características más notables de la obra de McFadden era su capacidad para incorporar en sus diseños influencias de diversas culturas y épocas históricas ya que a lo largo de su vida, McFadden fue una incansable viajera, visitando lugares como África, Asia y América Latina. Pero no sólo eso, sino que en cada uno de estos viajes absorbía elementos de las tradiciones y artesanías locales, que luego se reflejaban en su trabajo. Así, sus vestidos podían incorporar patrones y símbolos tribales de África, formas geométricas del arte islámico, o siluetas inspiradas en la antigüedad clásica. Estas influencias culturales le dieron a su obra un carácter único y le permitieron destacar en un mundo de la moda que, en ese momento, estaba mucho más centrado en la moda occidental. Y aunque la moda siempre fue su más grande pasión, la diseñadora también era una apasionada coleccionista de arte y una de las anécdotas más curiosas de su vida tiene que ver con un intercambio con el famoso artista surrealista Salvador Dalí. Resulta que en 1958, McFadden asistió a un cóctel en Nueva York donde conoció a Dalí, quien se quedó fascinado por las tres pulseras de diamantes que llevaba la joven diseñadora. Su estilo no solo reflejaba su enfoque a la moda, sino también su particular forma de vivir y ver el mundo, una vida marcada por la pasión por el arte, los viajes y las culturas globales.Fotografía: Instagram/@marymcfaddeninc Según relató recientemente el medio internacional “The New York Times”, ambos llegaron a un acuerdo para intercambiar las joyas por algunas de las obras de arte del pintor, uniendo a dos leyendas que marcaron la historia con su arte. Entre sus amigos y conocidos también se encontraban nombres tan relevantes como Andy Warhol, Yves Saint Laurent y Diana Vreeland, también exeditora de Vogue; estas conexiones no solo alimentaron su creatividad, sino que también le permitieron establecer una red global de colaboradores e inspiraciones. Por esto, la muerte de Mary McFadden deja un vacío en el mundo de la moda, pero su legado continuará vivo a través de sus innovaciones y su impacto en la cultura y es que su habilidad para fusionar arte, moda y cultura global la convierte en una figura irrepetible en la historia del diseño. A través de sus viajes, su pasión por el arte y su audaz enfoque a la moda, McFadden transformó no solo cómo las mujeres se visten, sino también cómo perciben la moda como una forma de arte.