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En su primera gran entrevista desde que ganó las elecciones presidenciales del pasado 5 de noviembre, Donald Trump ha rebajado algo el tono de algunas de las propuestas más radicales con las que hizo campaña. Mantiene su promesa de deportar inmigrantes sin papeles, pero asegura que inicialmente la centrará en “los delincuentes” y que luego con el resto verá “cómo va”, abriendo la puerta a un pacto para que los llamados dreamers (que llegaron como menores hijos de inmigrantes y han hecho su vida en el país) se queden en Estados Unidos. También asegura que no impulsará una persecución judicial contra sus rivales políticos y que no nombrará un fiscal especial que investigue al actual presidente, Joe Biden, y su familia. Sí reitera que habrá indultos en su primer día en el cargo para los condenados por el asalto al Capitolio y también que impondrá aranceles, aunque ahora admite que no puede garantizar que eso no afecte al bolsillo de los estadounidenses.La retórica de Trump ha sido tan extrema durante la campaña que incluso una rebaja en el tono dista mucho de la moderación. Pero en la entrevista emitida este domingo en el programa Meet the Press de la NBC da señales de posiciones menos radicales en algunos temas. Descarta destituir al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell ―como había insinuado que haría, aunque no tiene poder legal para ello― o restringir el acceso a las píldoras abortivas. Pero es en inmigración y en la supuesta lucha contra lo que en campaña denominó “el enemigo interno” donde su postura se ha matizado más.Trump no renuncia a las deportaciones masivas, pero subraya que los primeros expulsados serán los delincuentes convictos. Preguntado sobre si los objetivos irían más allá de ese grupo, Trump contesta: “Bueno, creo que hay que hacerlo, y es difícil… es algo muy difícil de hacer. Pero hay que tener normas, reglamentos y leyes. Entraron ilegalmente”.Las deportaciones no acabarán ahí, pese a las dificultades logísticas, pero su mensaje es menos rotundo sobre si alcanzarían a todos los inmigrantes sin papeles. “Vamos a empezar con los delincuentes, y tenemos que hacerlo. Y luego vamos a empezar con los demás, y vamos a ver cómo va”, dice en la entrevista.Preguntado sobre las familias con estatus migratorio mixto, donde algunos están en Estados Unidos legalmente y otros ilegalmente, Trump contestó: “No quiero estar rompiendo familias, así que la única manera de no romper la familia es mantenerlos juntos y tienes que enviarlos a todos de vuelta”. Pero también ahí hay una excepción: los dreamers, que llegaron a Estados Unidos siendo menores de edad como hijos de inmigrantes sin papeles, pero que han hecho su vida en el país, han estudiado o tienen trabajos o negocios. “Trabajaré con los demócratas en un plan” sobre los dreamers, ha asegurado Trump. “Vamos a tener que hacer algo con ellos”, dijo.Revancha políticaEn cuanto a la revancha política, Trump también ha rebajado algo el mensaje. “No busco volver al pasado. Busco el éxito de nuestro país. La revancha será a través del éxito”, dice al descartar proponer que un fiscal especial investigue a Joe Biden, aunque dejando la decisión en última instancia a la fiscal general. Y preguntado sobre si Kash Patel, al que ha propuesto para dirigir el FBI, se lanzará a investigar adversarios políticos, contesta: “No, no lo creo”, pero sin descartarlo del todo. “Si fueron corruptos, si hicieron algo mal, si violaron la ley, probablemente. Fueron a por mí. Fueron a por mí y no hice nada malo”, añade.El presidente electo promete que el discurso de su toma de posesión, el próximo 20 de enero, será una llamada a la “unidad”, pero sigue sin admitir su derrota en las elecciones de 2020. Preguntado sobre cómo se explica que los demócratas robaran aquellas elecciones, pero no las de este año, pese a que ahora controlan la Casa Blanca, Trump contesta: “Porque creo que [la victoria] era demasiado grande para amañarla”.El republicano califica a los miembros del comité de la Cámara de Representantes que investigó el asalto al Capitolio de “matones políticos” y “rastreros”. “Por lo que hicieron, sinceramente, deberían ir a la cárcel”, dice en la entrevista. Pero cuando la periodista le preguntó si ordenaría al Departamento de Justicia y al FBI que los persigan, se desmarca: “No, en absoluto. Creo que tendrán que estudiarlo, pero voy a centrarme en perforar, baby, perforar”, su coletilla para referirse a políticas con las que producir más petróleo y gas. Al tiempo, y tras criticar a Biden por romper su palabra e indultar a su hijo Hunter Biden, afirma que si el actual presidente quiere, podría indultar a los miembros de ese comité, “y quizá debería hacerlo”.El presidente electo hace también balance de las elecciones. “Gané en dos cosas. Gané en la frontera y gané en la comida”, dice Trump en un momento de la entrevista, atribuyendo su victoria a la inmigración y la inflación, los dos asuntos en que el republicano supo capitalizar el descontento de la clase trabajadora. A eso el presidente electo añade su propia popularidad: “Ahora le gusto a la gente, ¿sabes? Es diferente que la primera vez. Cuando gané la primera vez, no era ni de lejos tan popular como ahora. Y una cosa muy importante, en términos electorales, es que me encanta haber ganado el voto popular, y por mucho”.Trump discrepa de quienes dicen que los aranceles que amenaza con imponer a las importaciones vayan a provocar inflación. Pone como ejemplo su anterior mandato, pero en él los aranceles fueron mucho menores de los que ahora propugna y la pandemia provocó presiones deflacionistas. Preguntado sobre si puede garantizar que no afectará al bolsillo de los estadounidenses, contesta: “No puedo garantizar nada. No puedo garantizar el mañana”.Apoyo a su candidato al PentágonoTrump también deja claro en la entrevista que, al menos por ahora, mantiene el apoyo a su candidato para secretario de Defensa, Pete Hegseth. “Parece que Pete lo está haciendo bien ahora. Quiero decir, la gente estaba un poco preocupada. Es un tipo joven, con un historial tremendo en realidad. Fue a Princeton y a Harvard. Fue un buen estudiante en ambos. Pero le encanta el ejército y creo que la gente está empezando a verlo, así que trabajaremos en su nominación junto con muchos otros”.“Es un tipo muy inteligente. Le conozco a través de la Fox, pero le conozco desde hace mucho tiempo. Y es básicamente un militar. Cada vez que hablo con él, solo quiere hablar del ejército. Es un tipo militar”, argumenta. Y cuando le plantean el riesgo de que su nombramiento no sea confirmado por el Senado, asegura: “Muchos senadores me llaman diciendo que es fantástico”.La entrevista fue grabada el viernes, antes, por tanto, de su reunión con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en París y de la caída del régimen de Bachar el Asad en Siria. En ella, dice que “probablemente” Ucrania debe prepararse para recibir menos ayuda de Estados Unidos cuando él sea presidente. Este domingo, tras la caída de El Asad y su reunión con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y el de Francia, Emmanuel Macron, en París, ha pedido un “alto el fuego inmediato” en dicha guerra. En la entrevista condiciona, como en anteriores ocasiones, su disposición de cumplir con los compromisos de Estados Unidos con la OTAN: “Si pagan sus facturas y creo que nos tratan con justicia, la respuesta absolutamente es que me quedaría en la OTAN”.

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